Revista El Economista - Agosto 2019

64 • El Economista www.eleconomista.net Agosto - Septiembre 2019 Otra de las compañías que trabaja fuertemente este tema en la región es la guatemalteca Duwest, una empresa cuyo negocio radica en el segmento agrícola. Desde 1997 han trabajado la RSA, pero ha sido a partir de 2013 que el enfoque hacia este segmento de la RSE ha sido mayor, no solo porque la legislación lo requiere, sino porque “creemos que el cuidado ambiental es responsabilidad de todos”, dijo Andrés González Giraldo, director regional de mercadeo deDuwest. Aunque es difícil cuantificar el traba- jo dentro del área medioambiental, en- treun50%al 70%de todo loque sehace conllevaunenfoque sustentable. A la fecha, Duwest maneja 15 pro- gramas en diferentes áreas de la ges- tión ambiental, de acuerdo con Gonzá- lez Giraldo. Los más destacables son los siguientes: En la planta de producción de agro- químicos, el programa SHE (Seguridad, Salud y Medio Ambiente) con metas de reducir los desechos líquidos por míni- mo 30%cada año y los sólidos por 20%, hasta llegar aunnivel óptimo. EnlaplantadePinturasVolcán/Axal- ta, el añopasado se empezó con la imple- mentación del Sistema de Gestión Am- biental ISO 14001 que actualmente se tiene implementado, y reciénen julio re- cibieron el reconocimiento Sello de De- sempeño Ambiental luego de una audi- toría del Centro Guatemalteco de Pro- ducción más Limpia, siendo la primera empresa en Guatemala que obtiene este logro. Duwest también es miembro de Agrequima y participan del programa CampoLimpio, solución ambiental en el manejode los envases vacíos de agroquí- micos,quebuscarecuperarlosdelcampo para garantizar su adecuada disposición finalmedianteel reciclaje, convirtiéndo- los en madera plástica para muebles de exterior. Soncercade$500,000queDuwestha invertido en los dos primeros progra- mas, $300,000 en la planta de produc- cióndeagroquímicosy$200,000enlade pinturas. “Lo interesantede lagestiónen el tema ambiental, es que hemos descubier- to que los beneficios económicos generados o ahorrados por un buen manejo, son capa- ces de pagar un buen sistema de gestión”, enfatizóGonzálezGiraldo. EnHonduras, la firma Cargill tiene tres apuestas principales en la que enfoca sus baterías de la RSE y son: nutrir al mundo por medio de la seguridad alimentaria y nutrición, evitar el desperdicio de ali- mentos y mejorar la participación y producción de pequeños agricultores. También protegen al planeta volviendo eficiente el uso de la tierra, el cambio climático y el recurso agua, dijoLilianaBaraho- na, coordinadoradeRSEparaGuatemalayHondurasdeCargill. Estacompañíaha sidoreconocidaconBanderaEcológicaque otorga el Centro de Producción más Limpia y el Ministerio de Medio Ambiente de Honduras. El reconocimiento ha sido para las plantas, los procesos y centros de distribución por las prácti- cas certificadas enel cuidadodel ambiente. Gracias a los programas ejecutados en Honduras, Cargill ha logrado impactar en 1,200 pequeños productores en las cadenas productivasdemaíz amarillo, cerdoy tilapia. • • El país conmás fuerza en el tema ambiental es Rep. Dominicana a través de laOrganizaciónEcoRED. “La degradación medioam- biental y el cambio climático es sindudauno de los principales retos estratégicos a los que se enfrentan la empresas”. MARIANGEL ACEVEDO, directora deUnirse, Nicaragua 27 programasme- dioambientales reportó laRed In- tegrarseen2018. Cargill apoyando aHonduras AlgunosprogramasdeCargill son: aguaparamejoranutricional y accesodealimentos enescuelas, un invernaderopara laproducciónde plántulasdevegetales. “El ViveroNorteñopara laproducciónde frutales yhierbasdesdenuestraplantadeprocesamientodepollo, Pronorsa, y unviverodesdenuestragranjamodeloenSantaCruzdeYojoa. Deesta manera, ademásdel usodel aguay la tierra, nuestragenteparticipaen la producciónde frutas yvegetalesque sedestinanahuertas escolares”, dijoLilianaBarahona, coordinadoradeRSEdeCargill. EMPRESAS APUESTA SOSTENIBLE EL ECONOMISTA/CORTESÍA

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