Revista El Economista - Agosto 2019

fatizó Ricardo Poma. Las empresas que ya participan quie- ren continuar y son el claro ejemplo para que lleguen más y se sumen. “Para empezar a cambiar algo hay que comenzar por el pedacito que a uno le toca. Como dicen, trabajamos primero en nuestro metro cuadrado y después sumamos. Estos muchachos tienen ca- pacidad, han estudiado, tienen iniciativa, creatividad y si hay más empresas que abran las puertas, se pueden hacer más cosas”, dice Arévalo, de Confía. Contrario a otras pasantías o be- carios que trabajan en las empresas, los del programa “Creando Esperanza” son un plus para las compañías. “Este programa es distinto, nosotros hemos hecho muchas pasantías, pero esta tiene un componente especial... todos saben inglés, ya vienen prepa- rados en eso, se les han inculcado muchos valores y el elemento im- portante es que se les dan herra- mientas para que puedan tener buenas oportunidades y ese es un factor muy importante”, agrega José Luis Saca, vicepresidente de Radio Corporación que iniciaron con la fundación el año pasado. Grupo Unicomer también empezó en 2018 con 10 jóvenes. “Hemos desarrollado capacitaciones en las áreas de Servicio al Cliente, Digitación y Ventas. A cada una de estas capacitaciones hemos asignado cola- boradores, quienes con entusiasmo han dado lo mejor de cada uno de ellos capacitando e instruyendo a cada uno de los jóvenes”, cuenta Patrick Zarzar, gerente general de la compañía. “Nuestra expectativa fue apoyar a la transformación de vidas y sobre todo, el poder generar y acercarles oportuni- dades para jóvenes que viven en con- diciones de riesgo, y quienes por su propia cuenta no pudieran obtener todo lo que el programa les da. Sabemos de primera mano que una oportunidad bien aprovechada es la clave del éxito y de un cambio radical en la vida de cada persona”, recalca Zarzar. Y el claro ejemplo de ello es Jocelyn, que ahora forma parte de Real Hotels and Resorts, y como ella más de 100 jóvenes tienen un futuro asegurado. • CRISTOFFER, ELJOVENQUE SESALVÓDEMIGRAR Comopartedel programaRenacer, ha llegado aGrupoUnicomer, donde espera sea suprimer empleo. D eprimido y acongojado, Cristo- ffer Martínez había decidido embarcarse ymigrar haciaEspa- ña a buscar trabajo. Tenía apenas 18 años, perovivir enunhogar de escasos recursos y soñar con ir la universidad y no lograrlo lo había derribado. “Todomehacía recordarqueno lohabía logrado, me quería alejar”, comenta al re- cordar cómo se frustraban los intentos de buscar una beca. Gracias al ejemplo de uno de sus tíos, estaba decidido en que quería ira launiversidad.Enple- nobachilleratoya sabíaqueque- ría ser contador. “Me encantó la palabra obje- tividad del perfil de contador, hacer lo correcto sin importar qué digan los demás”, recuerda. Recién graduado de bachille- rato y casi con las maletas he- chas, un joven de la iglesia a la que asistía su madre le cambió todos los planes. Lo llevó al ho- gar Mercedarios, una instancia delaAsociacióndeReligiosos,queleotorgó una beca, techo y comida. Su sueño había iniciado. “Fue como que Dios me dijo ‘te tengo que recordar que no es tu tiempo, es elmío’ porque yohabía hecho tantos intentos y no seme había dado y de repenteme envía to- do enbandeja de plata”, comenta. EntoncesdejósunatalAcajutla, enSon- sonate, e inició sus estudios en la capital con el apoyo del hogar. Ahí conoció lo que califica co- mounade lasoportunidadesmás grandes de su vida. La Fundación Renacer lo sumó a su programa y ahora busca suprimer empleo. Se encuentra capacitándose conGrupoUnicomer, una de las empresas que ha decidido apo- yar a 10 jóvenes dentro de la fundación. Cristoffer a sus 21 años tiene la férrea convicción de que lo van a contratar con lo que espera ayudar a sus tres hermanos menores, quienes aún esperan encontrar una oportunidad para salir adelante. “Anosotros como jóvenes nos dicenque salgamos adelante, pero son pocos los que te ayudan y te dan la mano. Sin embargo, don Ricardo y don Fernando Poma verda- deramente nos han dado la mano con toda la gente que integra Fundación Renacer”, asegura. Cristoffer ya vive solo y además de ser contador quiere ser auditor y certificarse enneuromarketing. No hay límites. Anosotros como jóvenesnos dicenque salgamos adelante, perosonpocos losque teayudany tedan lamano. Sinembargo, don RicardoydonFernando Pomaverdaderamente noshandado lamanocon toda lagenteque integra FundaciónRenacer”. CristofferMartínez 28 • El Economista www.eleconomista.net Agosto - Septiembre 2019 + TRAYECTO Graduado Conelbachillerato listo buscabaseguirestudian- do,peronotenía losrecur- soseconómicosparaha- cerlo.Tuvoqueesperar la oportunidadunaño. Contador Hoycursatercerañode contaduríayesperatener suprimerempleoenGru- poUnicomer. PORTADA EMPRESAS COMPROMETIDAS EL ECONOMISTA/RICARDO SILIEZAR

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