Revista El Economista - Julio 2019
EL Economista el próximo gobierno tiene que asumir el compromiso para dar grandes pasos y avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de De- sarrollo Sostenible (ya que la prio- ridad del actual ha sido destinar los recursos públicos a la compra de equi- po bélico, como aviones de combate). En esa línea, deberá atender y hacer frente a dos retos recurrentes: revertir la desnutrición crónica infantil, una de las tasas más elevadas en América La- tina, y sentar las bases con estrategias sostenibles para superar los niveles de pobreza en que está sumergida la mayor parte de la población del país. Para la primera de las dos opciones políticas que va a competir por la pre- sidencia, la Unidad Nacional de la Es- peranza (UNE) y su candidata Sandra Torres, no es ajena esta situación. Con el 80 % de diputaciones co- locadas en el Organismo Legislativo, tienen una base de apoyo inicial, por lo que lo deseable es que en ese tipo de retos se vean avances positivos. Sin embargo, pese a que en el plan de gobierno propuesto tanto por la UNE como por el partido Vamos, segundo en la contienda por la Presidencia de la República con su candidato Alejandro Giammattei –el cual solo logró colocar 16 diputaciones–, en lo que a política fiscal se refiere, incluye en el área de salud la propuesta para la prevención de la mortalidad de la niñez y de la des- nutrición crónica, pero no especifica metas, costo fiscal ni fuente de fi- nanciamiento, según análisis realizado por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi). De acuerdo con esa entidad, la des- nutrición infantil es una tragedia que no puede pasar inadvertida por los partidos en contienda, quienes deben concretar una política fiscal apropiada para su mitigación, entre otras medidas. En ese contexto, ha elaborado 14 propuestas para la discusión sobre se- guridad alimentaria y nutricional y la lucha contra la desnutrición infantil en Guatemala. Consignando datos entre 2008 y 2015, la última me- dición registrada en las encuestas nacio- nales de Salud Ma- terno Infantil, la ta- sa de desnutrición infantil crónica lle- gaba al 46.5 %. El Icefi estima que si la tasa de prevalen- cia se ha mantenido sin cambio desde entonces, en 2019 hay cerca de 890,000 niños me- nores de 5 años con desnutrición crónica en Guatemala. Al ritmo actual, se necesitarían hasta 90 años para alcanzar la tasa de des- nutrición crónica infantil del 14 % que tuvo El Salvador en 2014, según un estudio de la Asociación de Investi- gación y Estudios Sociales (Asies) ela- borado para el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Otro estudio realizado por la entidad Oxfam en Guatemala en el Corredor Seco del país advierte que en siete municipios del lugar la incidencia de desnutrición crónica infantil aumentó 6.7 % desde la última medición. Esta realidad denota la desigualdad existente en las diferentes re- giones del país, pues en el área rural son más los menores con desnutrición que en el área urbana. De igual manera, los hijos de madres con menos educación o que no la han recibido son los más propensos a esa condición en su desarrollo, como los infantes de las poblaciones más pobres. Las acciones gubernamentales para atender estas necesidades primarias han sido insuficientes en los últimos 15 años. Para el Gobierno, el gasto público en seguridad alimentaria y nutricional (GPSAN) no ha sido prioridad, como se refleja en el período de 2010 a 2016, cuando del 1.78 % del PIB pasó al 0.94 %, aunque de 2017 a 2018 se revirtió del 1.05 % a 1.17 %. En este año, en el presupuesto vigente, el GPSAN cuenta con una partida equi- valente al 1.49 % del PIB. Sin embargo, en esos recursos sopesa la ineficiencia y dificultad del Gobierno para la eje- cución del presupuesto asignado. La caída de la carga tributaria impacta en los recursos de esta entidad. El estudio presentado por el Icefi deja ver, además, que no solo el eje- cutivo ha demostrado falta de interés y prioridad en estos temas. En el Or- ganismo Legislativo, la aprobación de la Ley de Alimentación Escolar en sep- tiembre 2017 y del préstamo del Banco Mundial para el programa Crecer Sano, en febrero 2019, las dos últimas acciones 60 • El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2019 46.5% es la tasadedes- nutrición infantil crónica. EnEl Sal- vador esel 14%. 6.7% aumentó lades- nutrición infantil crónicaenel co- rredor seco. • Para el Gobierno el gastopúblico en seguridad alimentaria y nutricional (GPSAN) no supera el 1.7%del PIB. “El débil desempeñode la recaudaciónde impuestos es el resultadode altoniveles de evasión fiscal desafíos institucionales en la autoridad tributaria yundébil control de la corrupción”. REPORTEDEFITCHRATINGS, calificadora deRiesgo TEMAPAÍS GUATEMALA EL ECONOMISTA/FELIX AMAYA
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgyMTE=