Revista El Economista - Julio 2019

Editorial Aromper los techosdecristal C ADAVEZMÁSMUJERES ACCEDENALMERCADO LABORAL EN FRANCO DESAFÍOA LOS ESTIGMAS Y LIMITANTES HISTÓ - RICAS QUE HAN EXISTIDO FRENTE A LOS HOMBRES . Estoha dado como resultadounamayor presencia femeni- na enpuestos claves y de altoperfil que eranexclusi- vos para ellos. • Cuando la francesaChristineLa- garde se convirtió en2011 en la primeramujer endi- rigir el FondoMonetario Internacional (FMI), su nombre trascendió continentes y se convirtió en una figura emblemáti- ca para lasmujeres que reclamanmayor presencia en la toma de decisiones. • La- gardeno solo rompió paradigmas al con- quistar un cargoque solohabía sido ocupa- dopor hombres. Su granmérito fue asu- mirlo enel contextode la peor recesiónde los últimos 50 años en las economías desarrolla- das. • Su caso es un ejemplode éxito y un reflejode los espacios que lasmujeres hanabierto en las últimas décadas, gracias a unamejor educaciónque les ha permitido potenciar sus capacidades: hablanmás idiomas, es- tudiannuevas especialidades como la ingeniería o la electrónica, y comonunca se apoyanen la tecnolo- gía. • Pero la equidad en las condiciones laborales entremujeres yhombres aúnmuestra grandes dis- torsiones. El salario es elmás evidente, así como la posibilidadde ascender a cargosmás altos. • Lama- yor parte de la brecha de género enelmercado labo- ral surge del repartodesigual de responsabilidades de cuidado entre hombres ymujeres. Las normas sociales tradicionales asignana lasmujeres la res- ponsabilidaddel cuidadode los hijos, de los enfer- mos y ancianos, así como las tareas domésticas. • Romper esa tradiciónes fundamental porque, para- dójicamente, en la actualidad lasmujeres tienenun acceso cada vezmayor a la educación, incluso arriba que el de los hombres. Sinembargo, sus salarios y sus cargos todavía son inferiores. • Enpromedio, enAméricaLatina, el salariopor hora de unamujer es 17%menor al de unhombre con sumismonivel educativo y otras características similares: edad, si- tuación conyugal, númerode hijos, lugar de residen- cia, etc. • Es decir que, a pesar de estudiarmás, las mujeres no solo siguen ganandomenos, sinoque les continúa siendodifícil acceder a puestos de alta di- rección. Es fundamental que logren romper –algo que los expertos designan como– “el techode cris- tal”. • Elmundoha comenzado a dar los ejemplos para romper ese techo: imponiendo cuotas de equi- dad enpolítica y enmateria salarial. • Pero a pesar de los obstáculos que lasmujeres afrontan, hay quie- nes han logradodar ese salto ymostrarse como “las Lagarde” deCentroamérica. • Quienes hanencon- trado sentido al poder de sus palabras, que saben que los límites sonmentales, que estaban sabedoras que debían romper paradigmas y que han compren- didoqueno existe un techode cristal queno se pue- da romper. • Para ellas, para todas ellas, El Econo- mista presenta enesta edicióna unpequeño grupo demujeres que esperamos representena todas aquellas que han logrado construir sus sueños como empresarias, emprendedoras, humanistas y sobre todo, profesionales. • La francesaChristine Lagarde se convirtió en una figura emblemática para las mujeres que reclaman mayor presencia en la tomadedecisiones. No solo rompió paradigmas al conquistar un cargo quehabía sido ocupado solopor hombres, sinoque asumió las riendas del FMI en lapeor recesión de los últimos 50años. 6 • El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2019

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