Revista El Economista - febrero 2019
El Economista www.eleconomista.net Febrero - Marzo 2019 • 49 sistemas de cada país han sido desde la hora cero del SIEPAC el principal reto a vencer. Por eso el flujo entre algunos países es bajo, como en el sur de la región dependiendo de la época. Pero los grandes jugadores del mercado son Gua- temala y El Salvador. Esta relación ha sido constante casi desde los inicios de la línea. Así, solo en 2018 El Salvador adquirió el 74.5 % de toda la energía transada en el istmo, y más de 90 % se la compró a Guatemala. Mientras que el gran vendedor en con- secuencia es Guatemala, que vendió el 68 % de toda la energía comercializada. Laasignaturapendiente La línea del SIEPAC fue construida para tener una capacidad de transmisión de 300 megavatios. Sin embargo, no puede aprovecharse en su plenitud en tanto las capacidades de las redes de cada nación no están armonizadas, es decir, que hay países cuya red no podría recibir o trasladar estas potencias de flujos regionales e inyectar su consumo individual de manera simultánea. De hecho, en el pasado algunos países como Nicaragua, Honduras y Panamá padecieron racionamientos u apagones internos debido a que su infraestructura eléctrica soportaba una capacidadmuy baja de trasmisión, pero también porque su generación era insuficiente. En los últimos años, con el arranque del MER, los países han hecho inversiones considerables, de nuevo, en ambas vías en infraestructura de la red y en generación subsanando sus necesidades internas. Pero ¿por qué después de tantos años y de ser un reto claramente identificado y prioritario el SIEPAC aún no llega a su capacidad máxima?, ¿es un problema de financiamiento o de voluntades?, ¿qué pasa con la visión regional? Para González, aunque los seis países conservan su visión regional por la interconexión, aún hay dos principales retos a vencer: por un lado, no hay una hoja establecida que responda al cómo hacer estas inversiones locales. Pero también se debe a que muchos hacen las mejoras en transmisión, pero con una prioridad nacional y no regional. El EOR tras dos estudios, uno de mediano y otro de largo plazo, ha identificado 27 obras de mejora ne- cesarias en la transmisión por un monto de $208 millones. Algunas de ellas ya están en construcción y otras necesitan financiamiento. “Pero sobre estos estudios no hay nada vinculante. Los acuerdos regionales dejan libre albedrío, porque no se dice que deben hacerlo, simplemente dice que se tiene que desarrollar la infraestructura, pero no cómo. Entonces los países no tienen como la obligación legal de cumplir esto. Por eso es que nunca alcanzamos los 300 me- gavatios y el tiempo va pa- sando”, indica. En un esfuerzo por esbozar el problema, González dice que es como que cualquier país dis- ponga priorizar sus carreteras internas con el objetivo de traer producción de una zona a otra, pero no lo hace para beneficio de sus vecinos. “Pienso que todavía la región mantiene la visión conjunta, lo que se necesita es fortalecer los me- canismos que permitan financiar las obras regionales. La visión se man- tiene, pero no hay mecanismos tanto legales como financieros que per- mitan fortalecer la infraestructura regional. Eso no existe... También el trabajo conjunto de las tres ins- tituciones regionales ayudará a que se dé”, resumió. Los entes regionales ya han ba- rajado incluso la necesidad futura de doblar la capacidad de transmisión del SIEPAC, pero este será solo un deseo que puede dilu- cidarse en el futuro si se logra superar sus capa- cidades internas para aprovechar lo que ya existe. • $196 millonesaproximadamente fueel montodeenergía transadaen la regiónen2018. $74.12 porMWh fueel preciopromedio anual enelMER. Arribade los $59.57promedioen2017.
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