Revista El Economista - febrero 2019

18 • El Economista www.eleconomista.net Febrero - Marzo 2019 Bolsamantieneun buenpanorama La plaza bursátil salvadoreña tiene buenas perspectivas de crecimiento gracias anuevas titularizaciones inmobiliarias, los fondos de inversióny la co- nexión conPanamá. POR: LEONELIBARRA • ELSALVADOR S i el año 2018 se consideró como de buena recupera- ción para el mercado bur- sátil salvadoreño, las expec- tativas puestas en 2019 son todavía más positivas gracias a la con- vergencia de varios factores. De acuerdo con datos de la Bolsa de Valores de El Salvador (BVES), el monto negociado el año pasado fue de $3,819 millones, lo que significa un crecimien- to de 44.7 % ($1,181 millones) comparado con el período anterior. Los que muestran un mayor crecimiento son el mercado de compras internacionales, que aumentaron en un año $281.6 millones (equivalentes a 462 % más); el secundario aumentó en $164.7 millones (139.4 %) y se reportó que negoció $2,557 millones adicionales (40.5 % más). Para Valentín Arrieta, gerente general de la BVES, este buen comportamiento se debe en gran medida a que 2017 estuvo marcado por un “default”, lo cual afectó la calificación de riesgo de país. Una vez superada esa situación, vino la recuperación. Así, tanto el sector privado como el público tuvieron un mayor dinamismo. Otro factor destacado en los buenos re- sultados es la salida al mercado de los primeros fondos de titularización inmobiliaria y el funcionamiento de tres gestoras de fondos de inversión que permiten a clientes individuales hacer transacciones en conjunto. Para 2019, Arrieta señala tres elementos que serán claves para un mayor crecimiento del mercado bursátil: uno es el mayor uso de la figura de la titularización en la construcción. En agosto del año pasado, por impulso de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción, se hizo una CAPITAL MERCADO BURSÁTIL • El montonegociado el añopasado en la BVES fue de $3,819millones, loque significa un crecimientode 44.7%comparado con el período anterior. EL ECONOMISTA/ERIKA RODRIGUEZ