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Brasil, Chile, Uruguay y Argentina.
En la región centroamericana, de
acuerdo con el CERLALC, se cuenta con
proyectos para levantar los indicadores
de lectura durante este año en Gua-
temala y El Salvador.
Aparte del hecho de leer, está la
comprensión de lo que se lee. Por ello, el
último Informe del Programa Inter-
nacional para la Evaluación de Es-
tudiantes (PISA), desarrollado por la
Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) en
2009, tuvo especial énfasis en el ren-
dimiento de la lectura que hacen los
estudiantes de 15 años de edad en los
países miembros de la institución y
otros 40 más que solicitaron participar
en la investigación.
Retomando los resultados de esta,
Mariano Jabonero, director de rela-
ciones institucionales de Santilla Es-
paña, compañía encargada de editar y
promover este informe en el mundo
castellano, señaló que la lectura en las
escuelas de Latinoamérica no ha sido
abordada suficientemente en las es-
cuelas como en los países mejor eva-
luados en el informe, como Shanghái
(China), Corea y Finlandia.
Chile es el primer país latinoame-
ricano en ese índice, ubicándose en la
posición 43, por de-
bajo de la media.
Mientras que Pana-
má, el único país
del istmo que par-
ticipó en esa edi-
ción, se ubicó en el
antepenúltimo
puesto.
El librobuscamásmercado
enlaregión
Además de tener el reto de formar
lectores, esta industria se enfrenta a una
baja en las ventas.
Las estadísticas del CERLALC, pu-
blicadas en el informe “El espacio Ibe-
roamericano del libro 2010”, muestran
que el mercado del libro a escala global
no fue ajeno a la crisis económica,
obteniendo en 2009 una contracción en
14.2%de las exportaciones y de 17.2%de
las importaciones, con un total de ven-
tas mundiales de $15,577 millones.
Centroamérica lo sufrió también. De
acuerdo con De Fauvet, desde hace tres
años, la industria padece reducciones en
las ventas, lo que ya ha provocado el
cierre de algunas librerías como en el
caso de El Salvador.
En este país, De Fauvet estima que el
año 2011 cerró con una disminución de
ventas en los libros de interés general
entre un 25% y 30%.
Sandra Machón, propietaria de la
librería salvadoreña La Casita, comentó
que la reciente crisis económica im-
pactó en este decrecimiento. En su caso,
dice, las ventas en 2011 disminuyeron
un 30%, hecho que ha forzado a reducir
el espacio de su tienda para adecuar sus
gastos de alquiler.
Pese a ello, el sector editorial muestra
mejoras en la región. De acuerdo con el
CERLALC, algunos países del istmo
incrementaron su exportación por va-
lor, obteniendo un total regional por
$42.06 millones frente a los $25.2 mi-
llones de 2009.
Panamá, que aumentó en casi 300%
sus divisas por libros, obtuvo $17.7 mi-
llones. Por su parte, Costa Rica exportó
$11.2millones, monto que casi duplica al
de 2009; Guatemala lo incrementó por
20%; y Honduras, por 4%.
Mientras tanto, El Salvador y Ni-
caragua tuvieron leves reducciones:
5.8% y 2.2%, respectivamente.
A lo que respecta la importación de
libros que hace Centroamérica, durante
2011 se obtuvo un aumento que pasó de
$190.9 millones a $226.1 millones, una
variación del 18.4%. Los países que más
importan son Panamá, Guatemala y
Costa Rica, en ese orden.
A pesar de que el panorama no es tan
brillante, el istmo representa para las
editoriales y distribuidoras extranjeras
una oportunidad. Según Enrique Cuéllar
Cubides, gerente general de la colombiana
ECOEEdiciones, casa editora enfocada en
la academia de Latinoamérica, la región es
un mercado atractivo que podría re-
presentar un 15% de sus ventas.
Producción
Richard Uribe, quien fungió como sub-
director de Libro y Desarrollo del CER-
LALC, destacó durante la feria del libro
de San Salvador, en 2011, los avances en
la producción del libro en Centroa-
mérica, de los que sobresalen el ensayo y
la narrativa.
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El Economista
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Abril - Mayo 2012
EMPRESAS
SECTOR
EDITORIAL
$15,577
millones fueron
lasventasaescala
global de la indus-
triadel libro
en2009.