Page 86 - EE-Noviembre

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que inicia operaciones con la marca Coca-Cola.
Entre 1970 y 1980, La Constancia incorpora procesos de
modernización en las áreas de producción y comercialización.
Este crecimiento le permite trascender fronteras y lleva su
primer embarque de Coca-Cola a Estados Unidos, donde sigue
presente.
Desde 1990, la empresa se abre a los cambios tecnológicos,
que continúan hasta la actualidad, incorporando innovadores
procesos de fermentación, filtración y embotellados, equipo
informático en los procesos administrativos y sistemas de
ventas para dinamizar la atención al cliente.
Para Vallejo, estas dos décadas significan el período de
mayor cúspide de La Constancia, por estar a la vanguardia
sobre otras en la región, pese a las dificultades que afrontaban
debido a la guerra civil en El Salvador.
Una página trascendental en la larga data de la empresa se
escribe en 2001, cuando se da el intercambio de acciones entre
el Grupo Agrisal (propietaria de La Constancia) y la cervecera
multinacional South African Breweries (SAB), para formar el
holding Bevco, conformado por las empresas La Constancia,
EMBOSALVA, Industrias Cristal y el grupo de empresas de
Cervecería Hondureña.
Un año después, SAB adquiere el 100% de las acciones de
Miller Brewing Company y cambia su nombre a SABMiller plc
y se convierte en la segunda cervecería más grande en volumen
a escala mundial.
En 2003 se fusionan Cervecería La Constancia, EM-
BOSALVA e Industrias Cristal de Centroamérica, dando vida a
Industrias La Constancia (ILC).
En 2005, SABMiller adquiere la totalidad de la empresa y lo
que comenzó como un pequeño negocio en un barrio de Santa
Ana, es a la fecha, una de las compañías más importantes del
país y de la región.
Las expansiones y etapas de crecimiento en ILC requirieron
un esfuerzo de creatividad e innovación para mantener los
estrictos estándares de calidad en producción, responsabilidad
social y armonía medioambiental.
ILC es ahora una empresa multibebidas que tiene dos
categorías de productos: cervezas y bebidas no alcohólicas.
Tienen cuatro marcas de cervezas, cuatro gaseosas, un agua
gasificada, dos de jugos, dos de agua
potable y una bebida energizante.
El vicepresidente de Asuntos Cor-
porativos de ILC tiene muy en claro
que en estos 105 años de vida lo que
ha hecho crecer a la empresa es su
gente. A la fecha cuentan con 2,800
empleados.
“Es el valor más importante que
tenemos, nuestro recurso humano a
quienes se les ha permitido crecer y
mejorar su calidad de vida”, expresa.
La cadena productiva de la com-
pañía está conformada por 64,000 dis-
tribuidores y detallistas en su mayoría
pequeñas empresas, como lo fue en su
comienzo ILC, por lo que han querido
transferir a esos emprendedores las
herramientas y conocimiento para que
logren un crecimiento sostenible.
“La confianza de los proveedores
para trabajar y la conexión emocional
que se genera con las marcas han sido la
clave para convertirse en una empresa
líder durante más de un siglo”, afirma.
El mercado contemporáneo es di-
verso, dice Vallejo. Los consumidores
de cerveza están cada vez más orien-
tados a bebidas con bajo contenido
alcohólico y en cuanto a las bebidas no
alcohólicas, el mercado busca com-
patibilidad con un estilo de vida más
saludable.
Efectivamente, los productos de
ILC han acompañado a los salvado-
reños en sus momentos más recor-
dados y lo seguirán haciendo por mu-
cho más tiempo.
1906
2005
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