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ola Shaler Industrial S.A,
es una empresa nicara-
güense cuyo origen se
remota a inicios de 1900,
tiempo en el cual el país
era gobernado por el general liberal
José Santos Zelaya, considerado uno de
los más progresistas de la época.
La empresa fue fundada por David
Robleto Alemán, un químico “auto-
didacta”. Él estableció la primera fá-
brica de la bebida reconstituyente en la
ciudad de León, al occidente del país, de
donde era originario.
Una vez establecida en el territorio
nacional, la fábrica se trasladó a la
ciudad capital: Managua, en 1925. Des-
de entonces ha sobrevivido a dos te-
rremotos, guerras y otras catástrofes
naturales, narra a El Economista el
actual director de la empresa, Julio
Cárdenas Robleto.
El director explica que la marca Kola Shaler proviene de la
idea de brindar al público una bebida carbonatada con las
características y calidad de una Kola inglesa, de manera que a
eso obedeció su nombre.
Inicialmente, el producto era empacado en cajas artesanales
de madera, embotellado en envases de vidrio envueltos in-
dividualmente en papel “kraft” y era distribuido en carretones
halados por caballos, siendo este el principal canal de dis-
tribución de la época.
Sin embargo, en la actualidad la empresa cuenta con
una moderna flota de vehículos que le dan cobertura a
todo el país.
Kola Shaler, que es propiedad de la familia Cárdenas Robleto,
hoy manejada por la tercera generación, que ha continuado
basándose en el prestigio, diversificación de mercados, calidad
del producto y en las mejores prácticas de los negocios.
La compañía fabrica cinco productos carbonatados distintos,
su marca Kola Shaler es comercializada en diferentes pre-
sentaciones: bebidas en envases plásticos de 12 onzas, 16 onzas,
dos litros y botellas de vidrio de 12 onzas. La empresa
adicionalmente fabrica otro producto líder: Vermouth Cóndor,
que igualmente está posicionado en su categoría.
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