Page 56 - EE-Noviembre

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Sus representantes hacen notar que la tienda
fue la primera, entre otras cosas, en presentar
desfiles de moda, ofrecer clubes de mercancía, crear
un sistema de puntos canjeables por regalos y en
establecer las denominadas noches de compras.
Esas mejoras constantes son las que han
permitido que lamarca sea ahora una de lasmás
reconocidas de Panamá y que sobre ella se
erigiera un poderoso conglomerado bautizado
como ImportadoraMaduro S. A. (IMSA), donde
se integran además de la referida marca, las
firmas Felix Beaute, Gamers Spot, Felix Juguetes y
Felix Outlet, todo dirigido por una junta directiva
que preside Stephen “Steve” Maduro.
El crecimiento del grupo ha sido tal que ac-
tualmente cuenta con más de 1,000 empleados (una
cifra que aumenta temporalmente durante la época
navideña) y nueve salas de venta distribuidas así: tres
bajo la denominación Felix B. Maduro, dos bajo la marca
Felix Juguetes, otros dos más como Felix Beaute, un Gamers
Spot y un Felix Outlet.
Carlos Rabat, gerente general de Importadora Maduro S. A.,
considera que, además de la selección de productos y de la
innovación, ha sido clave para sobrevivir en el mercado durante
tanto tiempo el hecho de establecer también una relación de
confianza y de servicio con los consumidores, de manera que
estos se identifiquen y se sientan parte de la compañía.
“Esto no se logra solo con tenerlo como estrategia. Para que
realmente exista esa relación es importante el esfuerzo y, sobre
todo, la sinceridad y dedicación de nuestro extraordinario
equipo humano. Ellos son los que realmente hacen la di-
ferencia”, afirma.
La conjunción de todos esos elementos ha derivado en una
fórmula tan buena que, según el ejecutivo, en 2008, la revista
WISE'NVEST ubicó a Felix B. Maduro en la posición 14 del
ranking de las mejores empresas en Panamá, y en la número 1
entre las distribuidoras existentes en el país.
ó
El grupo ha tenido la suerte de desarrollarse en un país que es
considerado un centro internacional de compras, lo que le ha
permitido llegar a un público no solo local, sino también a
turistas que buscan exclusividad y las últimas tendencias de la
moda.
Pero eso que ha sido una suerte, también ha sido un factor
extra de competitividad en una plaza donde numerosos al-
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ó $
l largo camino del almacén
panameño Felix B. Madu-
ro se remonta hasta 1877,
cuando sus fundadores Sa-
muel y Esther Maduro
abrieron una tienda, en el casco antiguo
de la ciudad, denominada en ese en-
tonces como Maduro & Company.
Desde el primer día, los creadores
hicieron de la exclusividad y de la
innovación sus principales divisas. Algo
que retomaron y mantuvieron luego
sus predecesores.
Por eso, aunque el almacén cambió,
en 1928, su denominación original por
su nombre actual, esa misma filosofía
ha sido la que ha seguido guiando a la
firma por más de 134 años.
Así, a lo largo de su historia, el
almacén ha procurado proveerse no
solo de los productos más finos sino de
tejer una incontable lista de hechos y
servicios que fueron en su momento
verdaderas novedades para el mercado
canalero.
Ó
Ñ
É
Á