El Economista - Febrero 2023

HOBBY +DI VÁ N NOV E L A Irma Cantizzano REALIDAD FICCIONADA El dolor que persigue hasta la muerte A veces me despierto temblando, de Ximena Santaolalla (Literatura Random House, 2021), es una de esas novelas que no puede dejar indiferente a nadie. “Espero que este libro duela”, dice la autora y lo logra, duele, duele en lo más profundo, al conocer las historias que ella logra narrar con una magistralidad que ubica al lector en las montañas asediadas por los militares, en las iglesias que servían de refugio temporal y en los sótanos húmedos donde encerraban a las niñas. La escritora mexicana explica que este libro es una novela, es decir que las historias exactas son ficción, pero se basaron en testimonios reales de los que sufrieron la dictadura de Efraín Ríos Montt a inicios de los años 80, que dejó en un poco más de un año, más de 100,000 personas asesinadas o desaparecidas en Guatemala. Santaolalla le da voz a las víctimas, a las que sobrevivieron incluso en contra de su voluntad. A las que estaban cerca del poder, sirviendo, y que ni aún así se salvaron del horror; a las que la desgracias las siguió a la salida del colegio y las hizo desaparecer para fundirlas con la oscuridad. Esas que se convirtieron en otras, como Aura que se perdió así misma. “Al final miré mi reflejo. No me reconocí. Me sustituyeron por otra; como si hubiesen separado mi rostro en pequeñas piezas y las hubieran vuelto a reunir, pero con errores milimétricos. Como si mi cuerpo fuese de nadie y de todos …”. Y también narra la historia de tres soldados kaibiles, soldados “élite” que estaban preparados para matar, para torturar, para vivir en el infierno, y para que sus víctimas también lo vivieran. Hilos de dolor La autora va hilando las historias, con distintas voces, con diferentes escenarios, pero amarradas por ese hilo del dolor al que no pudieron escapar. Como Estrella, la niña soldado, que se unió a la milicia para sobrevivir, después de recibir el peor entrenamiento del mundo en su propia casa, con su misma familia, el infierno estaba adentro y de ese no podía escapar. O como Lucía, la periodista que buscaba encontrar la verdad de qué es lo que le pasó a su abuelo. O Victoria que fue “nana” de un coronel (y su descendencia), que vio desaparecer su pueblo completo y perdió a toda su familia en manos de los militares, esos que mataron a punta de fusil hasta las gallinas, esos mismos que remataban a los vivos que habían caído en los pozos, a esos mismos que le tocaba servir. También narra la historia de la mujer que se la llevaron de niña para satisfacer a todo aquel que quisiera y de otra niña, la misma que no se reconocía y la que la encerraron para “castigar” a alguien más. Esa niña, Aura, contaba: “A veces despierto temblando. A media noche raptan por mis muslos esos dedos que ya no están. Dedos fantasmas”. Dedos que la perseguirán siempre, porque aunque quiera olvidar el dolor, ese vuelve cuando menos se espera. Esta novela es imprescindible, no solo por su calidad y narrativa envolvente, sino porque es la historia reciente que no se puede olvidar, que no se debe borrar. “Espero que este libro duela. Como lo dice la poeta dominicana Yaissa Jiménez, que este libro rasguñe por dentro y no nos deje dormir en paz. Que estas páginas lleven a voltear hacia Centroamérica y dolernos con ella”, cierra la autora en sus notas finales. • EL ECONOMISTA/CORTESÍA LA AUTORA •Ximena Santaolalla, es abogada, psicoterapeuta para sobrevivuentes de violencia temprana y docente. A veces despierto temblando, es su primer novela, que fue acreedora al premio Mauricio Achar. Este reconocimiento nació en 2014 para apoyar a las nuevas voces de la literatura mexicana.• El Economista www.eleconomista.net Febrero - Marzo 2023 • 81

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgyMTE=