El Economista - Junio 2022

norteamericano Antony Blinken diciendo que Rusia está usando efectivamente los alimentos como un arma más. Rusia sostiene que pueden reanudarse las exportaciones si Ucrania retira minas del Mar Negro y si los barcos que arriban pueden ser inspeccionados para ver si llevan armas. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, prometió que Rusia no “abusaría” de su ventaja naval y que daría “todos los pasos necesarios para garantizar que los buques puedan salir libremente”. Pero funcionarios de Ucrania y Occidente dudan de esas promesas. El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavosoglu, dijo días atrás que pudiera ser posible crear corredores seguros sin necesidad de despejar las minas porque la posición de los artefactos explosivos es conocida. Sin embargo, persisten otras interrogantes, como la de si las empresas aseguradoras proveerán seguros para esos viajes. Dmytrasevych dijo a los ministros de Agricultura de la UE días atrás que la única solución es derrotar a Rusia y desbloquear los puertos: “Ninguna otra medida temporal, como corredores humanitarios, va a resolver el problema”. ¿Cómose llegóaestasituación? Los precios de los alimentos ya estaban subiendo antes de la invasión rusa, con factores como el mal tiempo y las malas cosechas que redujeron los suministros, al tiempo que la demanda mundial se recuperó sólidamente luego de la pandemia de covid-19. Glauber mencionó las malas cosechas del año pasado en Estados Unidos y Canadá y una sequía que dañó las cosechas de soya en Brasil. Afectado por el calentamiento global, el Cuerno deÁfrica enfrenta una de sus peores sequías en cuatro décadas, mientras que una ola récord de calor en India enmarzo redujo el rendimiento de los cultivos de trigo. Eso, junto con el alza de los pecios del combustible y los fertilizantes, ha prevenido que otros países productores de granos cubran los huecos. ¿Quiénessonlosmásafectados? Ucrania y Rusia exportan sus productos básicos principalmente a los países en desarrollo, que son los más vulnerables a los aumentos de costos y la escasez. Países como Somalia, Libia, Líbano, Egipto y Sudán dependen grandemente del trigo, el maíz y el aceite de girasol de ambas naciones en guerra. “Los más pobres son los que reciben la carga”, lamentó Glauber. “Es una crisis humanitaria, sin duda alguna”. Aparte de la amenaza del hambre, el alza disparada de los precios de los alimentos amenaza con crear inestabilidad política en esos países. Las alzas de precios fueron una de las causas de la Primavera Árabe y hay temores de que el fenómeno social se repita. Los gobiernos de los países en desarrollo deben dejar que los precios suban o subsidiar los costos”, afirmó Glauber. Un país moderadamente próspero, como Egipto, que es el mayor importador de trigo en el mundo, puede absorber los costos elevados, comentó. Sin embargo, “países pobres como Yemen o naciones del Cuerno de África realmente van a necesitar ayuda”, agregó. El hambre y la hambruna acosan esa zona de África. Los precios de productos básicos como el crudo y el aceite de cocina en algunos casos están aumentandomás del doble, mientras millones de cabezas de ganado que las familias usan para obtener leche y carne han muerto. Para Sudán y Yemen, el conflicto ruso-ucraniano se suma a años de crisis internas. La UNICEF advirtió sobre “una explosión de muertes infantiles” si el mundo se concentra solamente en la guerra en Ucrania y no interviene. Las agencias de la ONU han calculado que más de 200,000 personas en Somalia enfrentan “hambre y hambruna catastróficas”, que unos 18 millones de sudaneses pudieran experimentar hambre aguda para septiembre y que 19 millones de yemeníes enfrentan inseguridad alimentaria este año. Los precios del trigo han subido en algunos de esos países en hasta 750 %. “En general, todo se ha vuelto más caro. Ya sea el agua o los alimentos, todo se está volviendo casi imposible” de adquirir, advirtió Justus Liku, asesor de seguridad alimentaria del grupo de ayuda CARE, luego de una visita a Somalia este año. Liku dijo que una vendedora de comida cocinada no tenía verduras ni productos animales. “Ni leche ni carne. Ella nos decía que estaba ahí parada únicamente por estar”. En Líbano, las panaderías que solían tener diversos tipos de pan venden ahora pita básico para ahorrar harina. ¿Quéseestáhaciendo? Desde hace semanas, el secretario general de la ONU António Guterres ha estado tratando de mediar en un acuerdo que desbloquee las exportaciones rusas de grano y fertilizantes y permitirle a Ucrania exportar materias primas desde el puerto de Odesa, pero el avance ha sido lento. Entretanto, una gran cantidad de granos está varada en silos ucranianos o en granjas. 52 • El Economista www.eleconomista.net Junio - Julio 2022 400 millonesdepersonasdependen de losalimentos deUcrania. 181 millonesdepersonasenfrentaríancrisisalimentaria, segúnFAO. “En general, todo seha vueltomás caro. Ya sea el agua o los alimentos, todo se está volviendo casi imposible de adquirir”. JUSTUSLIKU, asesor de CARE MACRO HAMBREEN ELMUNDO

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