Revista El Economista - Noviembre 2019

28 • El Economista www.eleconomista.net Noviembre - Diciembre 2019 Los centros de oficinas para trabajo compartido estánganandomás públicoamedida que surgen nuevos esfuerzos emprendedores. Acontinua- ción se presentaunamuestrade algunos de los espacios disponibles en la región. POR: LEONELIBARRA • CENTROAMÉRICA I mpulsadas por numerosas iniciativas emprendedoras de negocios que se van volviendo más prósperas o profesionales independientes que requieren cubrir nue- vas necesidades, la oferta de las oficinas de “coworking” en Centroamérica está ganando mayor presencia y los servicios complementarios que brindan estos espacios co- laborativos también evolucionan. Varias de estas empresas de co-trabajo o trabajo compartido consultadas coinciden en que la demanda ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos años en detrimento de las oficinas tradicionales y, de hecho, en varios casos incluso preparan realizar en el mediano plazo ampliaciones o abrir nuevas sucursales. A juicio de Marta Orias Hidalgo, co propietaria de Creasala Coworking, en Costa Rica, el concepto integral de “coworking” y su diferencia a la renta de oficinas todavía era desconocido para muchas personas hace unos pocos años, pero este modelo de negocio va ganando interés. “Los que descubren sus beneficios quedan encantados y no dan vuelta atrás. Pagar por horas para recibir a sus clientes o trabajar, es un gran alivio si venían de trabajar en una oficina con renta mensual. Otra gran mayoría nos busca para realizar talleres, cursos o reuniones de equipo en nuestro espacio”, manifiesta Orias. Por su parte, Kimberly Rosales, gerente de The Cube Workspace, ubicado en Panamá, agrega que el auge del mercado de oficinas compartidas estámuy relacionado con el “boom” del mercado inmobiliario y la tendencia de la nueva generación ESPECIAL ECONOMÍA COLABORATIVA

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgyMTE=