Revista El Economista - Noviembre 2019

El Economista www.eleconomista.net Noviembre - Diciembre 2019 • 101 mento que estamos pasando es un momento emergente con suerte, pues para un país que ha tenido dificultades en las ramas del arte, el hecho de que el cine sea tan importante mundialmente ahora, es un golpe de suerte”, comenta Bustamante. Su argumento es que hoy como nunca, Guatemala es un país que tiene presencia en los cuatro fes- tivales más importantes del mundo del cine. “Hubo y habrá presencia de Guatemala. Algo que no les pasa a los países que tienen una industria ci- nematográfica desarrollada; ellos no siempre están en los cuatro fes- tivales”, asegura el cineasta. No obstante, esa experiencia no siempre es sostenible, por lo que no se le puede dejar esa responsabilidad solo a los cineastas sino que in- volucra al Estado, como interesado en promover el arte y la cultura hacia el mundo, y del sector privado como un modelo de negocio en el contexto de la economía naranja. “A nosotros, en la universidad francesa siempre nos decían: Francia vendiómás carros Peugeot, gracias al cine y, más champaña, gracias al cine que a los programas de marketing y de publicidad que las marcas rea- lizaban. Entonces el cine tiene real- mente esa manera de llegar con un camino amigable a presentar las ri- quezas de un país. En el cine el mensaje que da una película es una cosa y, otra son las sensaciones que transmite” comparte. Para Bustamante, Guatemala está en el periodo de transmitir sen- saciones, en el que se necesitas he- rramientas para que esas sensacio- nes se conviertan en un llamado “ para invertir en nosotros y esta guía es una de esas herramientas indis- pensable”, agrega. Dinamismode laeconomíanaranja La economía naranja y la economía de las artes es difícil de cuantificar su impacto económico como otros ru- bros, pero lo cierto es que su con- tribución sobrevive en el tiempo. Según el cineasta que recién es- trenó su última película La Llorona en “La mostra” de Venecia, hasta ahora, son pocos los inversionistas que quieran invertir en proyectos de la “economía naranja”, aunque ésta, ya es una tendencia de la creación de empresas innovadoras basadas en la creatividad, que está generando cre- cimiento económico en diferentes partes del mundo. De acuerdo con el director que en agoto pasado estrenó en Guatemala “Temblores”, la inversión y empleos que genera una producción cinema- tográfica, depende de la película. “Si estamos rodando una película de un hombre perdido en la luna, generaras trabajo para un equipo de producción que puede llegar a ser de 20 a 80 personas”. Unactoryuna locación “Si es una película épica guatemal- teca, se puede generar mucho más. Por ejemplo, Temblores que tuvo un presupuesto de 1.2 millones de euros ($1.33 millones), requirió el trabajo de unas 80 personas durante dos meses; unos 20 durante seis meses y luego durante 15 días de rodaje, tuvimos 500 extras más o menos. Es un mon- tón de números que vas sumando”, apunta. Pero todo no termina ahí. Luego viene el trabajo de difusión, de dis- tribución de promoción, lo que em- pieza a generar que los actores se vuelvan figuras públicas, se vuelvan reconocidos. Eso les genera otros trabajos porque la industria de la moda empieza a trabajar con ellos; la industria de la publicidad; los re- lacionistas públicos, explica el ci- neasta guatemalteco. Es así, que la industria de séptimo arte, no sólo exporta las produc- ciones fílmicas, sino que, además, exporta talento. María Mercedes Coroy, la pro- tagonista de Ixcanul, una de las pro- ducciones mas galardonadas de Bus- tamante, es uno de esos talentos. Ixcanul la catapultó para trabajar en Malinche, una serie televisiva deMé- xico. En su estadía, la contrataron de coach para enseñar el dialecto maya. “En los proyectos que he par- ticipado, he tenido la oportunidad de llevar una semilla de Guatemala co- mo lo es el idioma. Participé en Bel Canto, una producción de Hollywood en donde al director le fascinó que hablara mi idioma en algunas es- cenas, pues decía que era como un canto. De igual manera en la serie mexicanaMalinche, aparte demi len- gua materna, tuve la oportunidad de hablar en tres dialectos mexicanos, que nunca había escuchado”, com- parte Coroy. Sin duda, a través de la economía naranja, se pueden transmitir la identidad de los pueblos, dar a co- nocer costumbres y conocimientos que pueden persuadir a los espec- tadores para viajar a determinado destino, señala. “Necesitamos que el país ponga esta industria como una alternativa educativa para los jóvenes que están decidiendo qué profesión seguir. De esa manera, tener una industria que sea sostenible en el tiempo pues ya no serán uno, dos o tres genios de la cinematografía que surgen cada cinco años, sino que sean más seguidos, no solo para productos cinematográfi- cos sino también para comerciales, video clips, por ejemplo”, indica Amador Carballido, director general de Agexport. No solo se impulsan proyectos de mejoras de las locaciones, sino de la experiencia en apoyo a este come- tido, lo cual implica que hay que preocuparse por la carretera para lle- gar, el transporte, la seguridad, el parqueo, los contenidos que se van a conversar durante el recorrido, que haya infraestructura mínima, baños, comida, oferta hotelera entre otros, agrega el subdirector del Inguat, Juan Pablo Nieto Cotera. •

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