Revista El Economista - Septiembre 2019

20 • El Economista www.eleconomista.net Septiembre - Octubre 2019 Lleganmás cambios en labanca Conel replieguede los grupos inter- nacionalesy laexpansiónde losde origenregional, el sistemabancario centroamericanoestáentrandoen unanuevaetapadeoperaciones. POR: LEONELIBARRA • CENTROAMÉRICA L a banca en Centroamérica no deja de evolucionar y actual- mente atraviesa un nuevo proceso que traerá a otros protagonistas y más cambios de manos. Gary Barquero, gerente general de SC Riesgo, señala que en los últimos años, el sistema bancario del istmo ha experi- mentando muchas transformaciones. En- tre ellas, destaca la presencia de bancos de capital local en la región, la evolución de la banca de capitales nacionales y estatal, y la expansión de los bancos colombianos. Cabe recordar que en la región cen- troamericana este tipo de movimientos son naturales por el tamaño de sus eco- nomías, sus relaciones comerciales son bastante estrechas y al crecer las ope- raciones bancarias van viendo hacia sus vecinos para distribuir sus riesgos y a la vez atender a los clientes con presencia el istmo, detalla. Ante esto, los grupos financieros se vuel- ven atractivos para actores globales y fue así como hace unos 20 años vinieron bancos procedentes de Estados Unidos, Canadá y Colombia que en ese momento tenían una estrategia de expansión mundial. Sin embargo, explica Rolando Martínez, director senior de Fitch Ratings, con el paso de los años, cambiaron esa estrategia y en el último lustro hubo un repliegue de nom- bres como HSBC y Scotiabank. Citibank mantiene una presencia importante en la región, pero en modalidad corporativa. En lo que Martínez denomina “la cuarta etapa” (de cambios) los grupos financieros de Guatemala y Honduras, que han alcanzado cierta madurez salen con fuerza a los mercados vecinos a atender a sus clientes intrarregionales. En el caso de los grupos hondureños Ficohsa y Atlántida, los dos más grandes por activos en su país de origen, atienden banca universal; el primero adquirió la banca de consumo de Citi en Honduras (en 2014) y luego compró bancos pequeños en Guatemala, Nicaragua y Panamá. Grupo Atlántida se suma a esta ola de expansión primero con entidades financieras en El Salvador, hasta comprar banco Procredit en 2017. Un nuevo protagonista es Grupo Im- peria de Honduras que compró Citi en El Salvador en 2016 y le regresa el nombre de banco Cuscatlán, y actualmente está esperando aprobación de los supervisores para concretar la compra de las ope- raciones de Scotiabank en el mercado salvadoreño. Martínez de Fitch recalca que esta regionalización de la banca tiene cerca de 40 años, y los primeros casos que se dieron fueron desde Nicaragua con BAC Credomatic y luego Grupo Financiero Lafise, e incluso en los años noventa los salvadoreños Banco Cuscatlán y Agrícola, llegaron a tener varias subsidiarias. “Es un mercado muy dinámico”, señala. Los bancos de reciente expansión, opina Barquero, están en proceso de consolidación de operaciones, su estructura de gastos ha crecido al igual que los niveles de apalancamiento, condición que es normal en este tipo de operaciones. Para Martínez de Fitch Ratings, los grupos financieros regionales que han tenido un mejor desempeño en cre- cimiento o penetración de mercado, rentabilidad y calidad de cartera han sido los que mejor se han adaptado a las condiciones de cada mercado. En cambio, aquellos grupos de gran trayectoria que han tratado de trasladar prácticas probadas en mercados más desarrollados y lo quisieron replicar en el istmo, no han sido tan exitosos. Participaciones Con todos estos cambios ¿cómo se componen actualmente los sistemas bancarios privados de la región, según la par- CAPITAL SISTEMA FINANCIERO 91.6% de losbancos privadosen El Salvadorperte- necenagrupos extranjeros. 56.2% de labancaen Guatemalaesde origen local.

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